Rousseau intentó elevar a filosofía su criterio sobre el buen salvaje. Desde ahí, unos y otros han intentado incorporar posturas para aclarar ese significado. Unos a favor, otros en contra. A veces el lenguaje ya encierra la trampa de la respuesta, porque la propia pregunta necesita una forma —y solo una—de respuesta. Una trampa, en definitiva. Una pregunta que no necesita respuesta. El lenguaje no es la realidad.