A veces, la mayor de las adversidades debe ser transformada, trastocada, dirigiendo esa fuerza hacia un lugar en el que la relación con el hecho concreto , y adverso, se modifique. Podemos distanciarnos (pero con contacto) y derivarlo hacia una nueva obra desde la que podamos dar cuenta de forma más operativa, sin parálisis, sin ritos vacíos de contenido, sin necesidad de héroes. Hacemos así de la Tragedia (en el sentido griego) una escuela de aprendizaje, tal vez esto sea la sublimación de la que hablaba Freud. El arte cumple con creces esa función.
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Fan total de estas figuras femeninas q dibujas y de tus sabios consejos
Enviat des del meu iPhone
Gracias, eso anima.