Claro, parecía fácil. Cuando cortas el bacalao y puedes decidir lo que quieres (porque tienes la sartén de los demás por el mango), que para eso eres jefe y has sido elegido en las urnas (que es como una hucha de la que luego no puedes sacar nada) la puedes liar a lo bestia (Observen cómo la frasecita subordinada les ha dejado sin aliento, pues eso) . Sigue tu camio, gritan los altavoces de los medios…
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Lo difícil, a pesar de los equipos de imagen y opinión que se contratan, es volver el zancocho atrás, resucitar al que acabas de matar, volver atrás aquella decisión que te costó el matrimonio…, rectificar aquello que dijiste a tu suegra, etc.
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Así que ¡VENGA! estamos esperando. Dejadlo todo como estaba.