Crisis: otra pelea entre hermanos

Cualquier excusa es buena; ante cualquier adversidad, en lugar de juntarnos y combatir unos al lado de otros, nos sacamos los ojos justificando como necesaria la agresión (los terroristas hacen lo mismo).

Además siempre tenemos la razón y mantenemos diálogos circulares y sin salida.

Ya no hacen falta armas de destrucción masiva (¿se acuerda, señor Bush?), que son caras y queda todo perdido, ahora, con las palabras es más que suficiente. Le das a un telediario una pieza de Lego y te construye el infierno de Dante. Un adjetivo puede cambiarnos la vida…

Y ahora, que has aprendido bien la lección, hijo mío, sales a buscar a alguien diferente y le clavas un imperdible en el ojo. Eso sí, tienes que insultarle: ¡rojo! ¡verde!¡verdirojo! ¡antivacunas!¡provacunas!¡negacionista!¡nieganegacionistas¡¡socialdemócrata!

Aunque, a este paso vamos a acabar con todo…. Y nada será importante.

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