Hacemos acopio de racionalidad, de democracia; decimos que potenciamos la diversidad, el diálogo, el…. ¡Ah!, ¿Que solo eran palabras?

Tenemos nombre para todo aquello que suena a «grupo acosando a individuo», como «manada»; incluso generamos palabras con acepción negativa que lo abarcan todo y no se sabe a qué se refieren (cuando no queremos hablar): negacionista… socialdemócrata, ah, no, eso no… tampoco significa nada pero no es negativo.

Hemos madurado, antes los blancos iban delante y los negros detrás. Ahora, todos iguales: VERDES. Los verde claro delante y los verde oscuro detrás.

Y es que, de alguna extraña manera, no podemos vivir sin la guerra.